En Catalunya es tradición que el padrino o el abuelo regalen “la Mona de Pascua” a su ahijado o nieto el domingo de Pascua, aunque el verdadero día para degustarla es el Lunes de Pascua, que en Catalunya es festivo, y en el cuál las familias se reúnen para comer la mona de postre.

Originalmente se trataba de un dulce esponjoso hecho de harina, huevos y azúcar con huevos duros encima, a los que más tarde se añadieron los de chocolate. Con el tiempo, los huevos de chocolate se han convertido en la base de la mona con la que los pasteleros hacen auténticas filigranas arquitectónicas. El pastel se ha enriquecido con yema y toda clase de fruta confitada decorándolo o bien con mantequilla y almendra.

Nuestra pastelería, abierta desde el año 1929 y cuatro generaciones más tarde, seguimos haciendo las típicas mones, las cristines con los huevos duros encima,  somos de los pocos que queremos, hacemos y defendemos que nuestras tradiciones perduren en el tiempo.

Evidentemente no nos faltan las más actuales; de mantequilla, de yema y frutas, las de trufa que se complementan con las esculturas de chocolate y las de crocanti.

www.pasteleriasmauri.com/