Con amplias aceras, árboles de la especie Magnolia grandiflora, una excelente comunicación con el transporte público y con la circulación de vehículos controlada, el Eje Gran de Gràcia es una calle con todas las características necesarias para el comercio.

El Eje Gran de Gràcia, formado por el impulso de la Associació de Comerciants del Carrer Gran, cuenta con unos seiscientos establecimientos de comercio y servicios. En su zona de directa influencia se sitúan un gran número de salas de espectáculos donde es posible encontrar una de las mejores ofertas culturales y artísticas de la ciudad.

La mayoría de clientes y comerciantes del Eje provienen del barrio mismo o de barrios vecinos, lo que significa que pasear por Gran de Gràcia siga siendo una experiencia familiar, agradable y auténtica.
También tiene una creciente afluencia de turistas que pasan por la calle, atraídos por la singularidad de la arquitectura de los edificios, como si fuera la continuación natural del centro de Barcelona, o bien por los que usan esta calle como camino para ir hacia la Casa Vicens o el Parc Güell.

El Eje comercial, además, tiene en su entorno una magnífica oferta gastronómica, lo que también favorece el tránsito de personas. No obstante, no quiere convertirse simplemente en una zona de paso, sino continuar siendo una calle donde se vaya a comprar, a pasear y a comer. En definitiva, que los clientes, encuentren calidad y buen precio al mismo tiempo, disfruten y se marchen contentos con sus compras y con el trato recibido.